Esta receta es una buena opción para guarnición o como plato único para cenar. Es una buena opción para que los niños coman verduras. No debéis olvidaros de ponerle las hierbas aromáticas que mas os gusten y la nuez moscada al batir los huevos porque si no, casi no sabrá a nada, ya que el calabacín tiene poco sabor. Como veis, no me gusta » enrrollarme » mucho en los post… yo sigo algunos blogs de cocina y NUNCA me leo las introducciones tan largas que ponen… no me interesan… así que… prefiero no hacerlo! … Dicho esto… comienzo a escribiros esta rica receta…
Ingredientes ( los ingredientes dependerán de las personas que seáis. Esta receta es para 2-3 personas)
2 calabacines
1 bolsita que queso emmental rallado
50 ml de leche
50 ml de nata para cocinar
1 huevo
Sal, pimienta, hierbas aromáticas y nuez moscada.
Elaboración:
Comenzamos cortando nuestros calabacines en rodajas. En una sarten con bastante aceite de oliva los freímos hasta que veamos que están blanditos y, los colocamos en un plato con servilletas absorbentes para para que suelten el exceso de aceite.
Pelamos la cebolla, la partimos por la mitad, y la cortamos a tiras. Esperamos a que se pochen, colamos para que suelte el aceite y hacemos la misma operación que con el calabacín.
- Cebolla pochada
- Colamos
- Quitamos exceso aceite
Ahora lo montamos en la fuente. En este punto, pondremos el horno a precalentar a 180º. Ponemos una capa de calabacín, le echamos un poco de queso emmental por encima y las hierbas aromáticas que más nos gusten, y, así vamos montando la fuente acabando con calabacín en la parte superior.
- Calabacín
- Cebolla
- Queso
Una vez completada la fuente entera, en un cuenco batimos el huevo, añadimos la leche, la nata y la nuez moscada. Mezclamos todo y se lo echamos por encima. Ponemos una capa abundante de queso rallado encima.
Metemos en el horno y dejamos cocinar unos 35-45 minutos o hasta que veamos que el líquido ha cuajado y el queso de encima se haya dorado. Sacamos del horno y servimos calentito.